¿Quiénes defenderán mejor las causas?

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¿Quiénes defenderán mejor las causas?

Abogado por la Universidad César Vallejo. Maestrista en Derecho Procesal General en la Unidad de Post Grado de Derecho de la Universidad Mayor de San Marcos, especializado en temas civiles y corporativos. Actualmente es el abogado principal del Estudio Jurídico ALFA & OMEGA Abogados Asociados.

En la actualidad tenemos más de 70 mil abogados colegiados en lima, sin contar la indeterminada cantidad de colegas en provincia, asimismo las facultades de derecho de las universidades privadas y/o públicas de nuestro país se encuentran repletas, esto sin desmerecer que el alumno es quien por sus propios logros otorga reputación a su casa de estudios (alma mater). Ante el aumento exponencial de abogados a nivel nacional, los jóvenes colegiados deben esforzarse mucho más, ya que la competencia profesional y laboral es amplia, por lo cual no pueden conformarse con especializarse en las ramas clásicas del derecho; Sin embargo esta continua mejora curricular no debe dejar de lado la ética y la moral digna de esta noble profesión, por ello considero que a todos los que nos apasiona el derecho debemos recordar la frase contenida dentro de la medalla de 7 puntas del ilustre colegio abogados de lima , que taxativamente dice “ORABUNT CAUSAS MELIUS”; En ese sentido para entender esta frase debemos remitirnos según investigaciones realizadas por varios estudiosos a tiempos antiguos donde podemos encontrar esta inscripción en latín en el verso número 849, en el Libro VI de “La Eneida”, obra del escritor y poeta latino Publio Virgilio Marón.



“solo nosotros los abogados podemos defender mejor las causas, por lo cual debemos ejercer la profesión con humildad, valores, ética y moral sin ningún condicionante, velando por la correcta aplicación e interpretación de la ley”



“(…) En ella nos relata el poeta Virgilio el encuentro del héroe Eneas con su padre Anquises, cuando desciende al infierno en compañía de la sacerdotisa Sibila. Es en el diálogo que se suscita entre Eneas y su padre donde se lee entre otros aspectos, un mensaje y exhortación a su hijo, expresándole proféticamente el futuro de lo que será Roma y los habitantes del Lacio; así le dice: “(…)” Escúchame pues voy ahora a decirte la gloria que aguarda en lo futuro a la prole de Dárdano, qué descendientes vamos a tener en Italia, almas ilustres, que perpetuarán nuestro nombre; voy a revelarte tus hados “(…)”, y agrega más adelante “(…)” Has de saber, hijo mío, que bajo los auspicios del padre de los dioses la soberbia Roma extenderá su imperio por todo el orbe y levantará su aliento hasta el cielo. Siete colinas encerrará en su recinto esa ciudad, madre feliz de ínclitos varones “(...)” Y prosigue luego: “(...)” Vuelve aquí ahora los ojos y mira esa nación; esos son tus romanos. Ese es César Augusto, “(...) Mas ¿Quién es aquél que se ve allí lejos, coronado de oliva, que lleva en la mano sacras ofrendas? Reconozco la cabellera y la blanca barba del rey que dará el primero leyes a Roma y que desde su humilde Curez y desde su pobre tierra pasará a regir un grande imperio “(…)”; y luego Anquises refiere a Eneas que en los años posteriores “(...)” ¡Cuántas guerras moverán entre sí, cuánto estrago! “(…)” ¡Cuántas huestes armarán uno contra otro! “(...)” ¡Oh hijos míos no acostumbréis vuestras almas a esas espantosas guerras, no convirtáis vuestro pujante brío contra las entrañas de la patria! Y tú el primero, tú, ¡oh sangre mía!, tú, que desciendes del Olimpo, ten compasión de ella y no empuñes jamás semejantes armas “(…)” Las fuerzas me faltan, ¡Oh Fabios!, para seguiros en vuestra gloriosa carrera. Tú, ¡oh Máximo!, ganando tiempo, conseguirás salvar la República. Otros, en verdad, labrarán con más primor el animado bronce, sacarán del mármol vivas figuras, defenderán mejor las causas, medirán con el compás el curso del cielo y anunciarán la salida de los astros; tú, ¡oh romano!, atiende a gobernar los pueblos; ésas serán tus artes y también imponer condiciones de paz, perdonar a los vencidos y derribar a los soberbios.”. Anotamos hasta aquí la circunstancia del encuentro de Eneas y su padre Anquises (…)”.



En conclusión a pesar de todo el conocimiento y/o sapiencia que podamos obtener en nuestras vidas, solo nosotros los abogados podemos defender mejor las causas, por lo cual debemos ejercer la profesión con humildad, valores, ética y moral sin ningún condicionante, velando por la correcta aplicación e interpretación de la ley.

Biografía

Bachiller y Abogado por la Universidad Privada Cesar Vallejo – Sede Lima Este. Maestrista en Derecho Procesal General en la Unidad de Post Grado de Derecho de la Universidad Mayor de San Marcos, especializado en temas civiles y corporativos. Conciliador Extrajudicial certificado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Asesor de empresas y especialista en Contrataciones Privadas y con el Estado. Investigador por Vocación. Reside el Lima-Perú. Litigante en procesos a nivel judicial, fiscal, policial y administrativo a nivel nacional. Actualmente es el abogado principal del Estudio Jurídico ALFA & OMEGA Abogados Asociados.

Las 7 puntas del distintivo del Colegio, medalla que se les había impuesto al incorporarse en ese momento, representan los siete dones del Espíritu Santo, pero no los siete dones que propiamente tiene el Espíritu Santo, sino los dones que otorga o concede de sabiduría, ciencia, inteligencia, piedad, consejo, fortaleza y temor de Dios.

El distintivo o insignia de la Orden es patrimonio institucional. En la actualidad se encuentra debidamente registrado e inscrito en el Registro de Marcas de Servicio de la Propiedad Industrial, mediante Resolución N° 010629 de fecha 30 de setiembre de 1999, extendida por la Oficina de Signos Distintivos del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual INDECOPI , así como también la denominación Colegio de Abogados.

Extracto extraído de la página: http://www.cal.org.pe/fx_insignia.html


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